domingo, 31 de julio de 2016

Tercer Libro: Harry Potter y el Prisionero de Azkaban - Capítulo 18: Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta






—Bien. Muchas gracias por leer, señorita Greengrass —dijo Dumbledore.
—Si me permites, Dumbledore, me gustaría leer el siguiente capítulo —dijo Andrómeda Tonks notando aun tensos a los merodeadores y Lily, pero sobre todo de los primeros tres.
El director asintió, y el libro levito hasta las manos de la señora Tonks, la cual leyó.
“Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta”.
—Ese maldito traidor no merece ser mencionado junto con nosotros —gruñó Sirius.
—Y mucho menos merece ser un merodeador —agregó James.
—Deberíamos borrarlo del mapa —opinó Remus.
—Tienes razón, Lunático —dijeron los dos animagos.
Luego de ese intercambio de palabras —el cual nadie detuvo porque querían que los chicos se desahogaran—, Andrómeda empezó a leer.
Era tan absurdo que les costó un rato comprender lo que había dicho. Luego, Ron dijo lo mismo que Harry pensaba:
—Están ustedes locos.
—¡Absurdo! —dijo Hermione con voz débil.
—¡Peter Pettigrew está muerto! ¡Lo mató hace doce años!
—El muy maldito solo fingió su muerte —dijo Ron.
—Y luego de oculto en nuestra casa —agregaron los gemelos Weasley, recordando con asco la convivencia con dicho mago.
Por cada palabra de los Weasley, Sirius apretaba los puños por debajo de la mesa, no veía el momento de salir de esa sala y acabar con Peter.
Traidor de mierda. Vendido, pensaba Sirius.
Señaló a Black, cuya cara sufría en ese momento un movimiento espasmódico.
—Tal fue mi intención —explicó, enseñando los dientes amarillos—, pero el pequeño Peter me venció. ¡Pero esta vez me vengaré!
—¡¿Qué?! ¡¿Cómo es posible que una alimaña como esa me venciera?! —exclamó Sirius completamente enfurecido.
—No te encontrabas en tu mejor momento —dijo Ginny.
—Maldita sea, y ahora también tengo que vivir con la humillación de que esa rata me venciera —gruñó el animago.
—Nuestra venganza vendrá pronto, Sirius —dijo James de la manera más calmada posible. Y eso era raro en él, lo que significaba que nada bueno le ocurriría a Peter cuando lo tuviera frente a frente.
Y dejó en el suelo a Crookshanks antes de abalanzarse sobre Scabbers; Ron gritó de dolor cuando Black cayó sobre su pierna rota.
—¡Sirius, NO! —gritó Lupin, corriendo hacia ellos y separando a Black de Ron—. ¡ESPERA! ¡No puedes hacerlo así! ¡Tienen que comprender! ¡Tenemos que explicárselo!
—Lupin tiene razón —graznó Moody—, pero siempre hay que estar en alerta permanente, y tener acorralado al enemigo es una buena táctica.
Enemigo, repitió James en su mente. De un momento para otro Peter se convirtió en nuestro enemigo.
—Podemos explicarlo después —gruñó Black, intentando desprenderse de Lupin y dando un zarpazo al aire para atrapar a Scabbers, que gritaba como un cochinillo y arañaba a Ron en la cara y en el cuello, tratando de escapar.
—¡Tienen derecho… a saberlo… todo! —jadeó Lupin sujetando a Black—. ¡Es la mascota de Ron! ¡Hay cosas que ni siquiera yo comprendo! ¡Y Harry…! ¡Tienes que explicarle la verdad a Harry, Sirius!
—Me da nauseas al recordar que tuve como mascota y hasta le permitir dormir en mi cama a ese traidor —susurró Ron.
Black dejó de forcejear; aunque mantuvo los hundidos ojos fijos en Scabbers, a la que Ron protegía con sus manos arañadas, mordidas y manchadas de sangre.
—De acuerdo, pues —dijo Black, sin apartar la mirada de la rata—. Explícales lo que quieras, pero date prisa, Remus. Quiero cometer el asesinato por el que fui encarcelado…
McGonagall observó a su alumno con lastima, ya que a pesar de que Sirius era infantil, impulsivo y con un sentido del humor incorregible, y pensar en el futuro desastroso que le espera —y que todos iban a cambiar a como dé lugar— simplemente la hacía sentirse mal, y no solo por eso, sino porque tuvo que sufrir la traición de uno de sus amigos, la muerte de dos, separarse del otro amigo e ir a prisión por doce años siendo inocente. Y no lo justificaba su forma de pensar del Sirius del futuro, pero reconocía que el dolor volvía ciegas a las personas y las hacia hacer cosas sin pensar.
—Están locos los dos —dijo Ron con voz trémula, mirando a Harry y a Hermione, en busca de apoyo—. Ya he tenido bastante. Me marcho.
—No creo que pudieras llegar tan lejos, pequeño Ronnie —dijo Fred.
—Sí, es que acaso no recordabas tu pierna rota —siguió George.
Ron no contestó nada a sus hermanos porque sabían que tenían razón, pero tampoco les diría eso porque si no, ellos no le dejaría en paz.
Intentó incorporarse sobre su pierna sana, pero Lupin volvió a levantar la varita apuntando a Scabbers.
—Me vas a escuchar hasta el final, Ron —dijo en voz baja—. Pero sujeta bien a Peter mientras escuchas.
—¡NO ES PETER, ES SCABBERS! —gritó Ron, obligando a la rata a meterse en su bolsillo delantero, aunque se resistía demasiado (Es obvio que quiere escapar a toda costa, comentó Susan. A lo que Dean dijo: Sí, pero no le veo escapatoria, está acorralado). Ron perdió el equilibrio. Harry lo cogió y lo tendió en la cama. Sin hacer caso de Black, Harry se volvió hacia Lupin.
—Hubo testigos que vieron morir a Pettigrew —dijo—. Toda una calle llena de testigos.
—Buen punto —dijo Gideon.
—Pero me preguntó cómo lo logro —agregó Fabian.
—¡No vieron, creyeron ver! —respondió Black con furia, vigilando a Scabbers, que se debatía en las manos de Ron.
—Todo el mundo creyó que Sirius mató a Peter —confirmó Lupin—. Yo mismo lo creía hasta que he visto el mapa esta noche. Porque el mapa del merodeador nunca miente… Peter está vivo. Ron lo tiene entre las manos, Harry.
—Aunque para estar completamente seguros de que Scabbers es en realidad Peter se tendría que haber la prueba del animago —dijo Frank—. Eso lo leí en un libro, podría funcionar —agregó.
Harry bajó la mirada hacia Ron, y al encontrarse sus ojos, se entendieron sin palabras: indudablemente, Black y Lupin estaban locos (Sirius miró ofendido a su futuro ahijado, mientras que Remus comprendía la actitud de los chicos). Nada de lo que decían tenía sentido. ¿Cómo iba Scabbers a ser Peter Pettigrew? Azkaban debía de haber trastornado a Black, después de todo. Pero ¿por qué Lupin le seguía la corriente?
—Por algo su apodo es Lunático —comentó James luego de estar en silencio por unos minutos—. Pero no creo que él pierda la cordura ante semejante situación.
—Eso es cierto, Cornamenta —afirmó Sirius.
Entonces habló Hermione, con una voz temblorosa que pretendía parecer calmada, como si quisiera que el profesor Lupin recobrara la sensatez.
—Pero profesor Lupin: Scabbers no puede ser Pettigrew… Sencillamente es imposible, usted lo sabe.
—Yo creo que es porque lo sabe que lo dice —dijo Harry.
Hermione se sonrojó y asintió a lo que dijo su amigo. Quería levantar la mirada para mirar a Remus, pero aún se sentía muy avergonzada porque por ella fue que supieron el secreto de su esposo, y aunque al final todos sabían lo que él era y lo aceptaban, no dejaba de sentirse mal por él.
Él dijo que no era mi culpa, pero aun así yo creo que está enojado conmigo, y con razón, pesaba Hermione.
—¿Por qué no puede serlo? —preguntó Lupin tranquilamente, como si estuvieran en clase y Hermione se limitara a plantear un problema en un experimento con grindylows.
—Porque si Peter Pettigrew hubiera sido un animago, la gente lo habría sabido. Estudiamos a los animagos con la profesora McGonagall. Y yo los estudié en la enciclopedia cuando preparaba el trabajo. El Ministerio vigila a los magos que pueden convertirse en animales. Hay un registro que indica en qué animal se convierten y las señales que tienen. Yo busqué «Profesora McGonagall» en el registro, y vi que en este siglo sólo ha habido siete animagos. El nombre de Peter Pettigrew no figuraba en la lista.
James, Sirius y Remus sonrieron.
—Se nota que no nos conocías bien —dijo Sirius—, y no sé si sentirme ofendido o no.
—Aunque me imagino que en registro no encontrarte el nombre de Canuto o el mío, ¿verdad? —preguntó James a Hermione, a lo que esta negó con la cabeza.
Iba a asombrarse Harry de la escrupulosidad con que Hermione hacía los deberes cuando Lupin se echó a reír.
—¡Bien otra vez, Hermione! —dijo—. Pero el Ministerio ignora la existencia de otros tres animagos en Hogwarts.
James y Sirius miraron a la profesora McGonagall porque con eso último los animagos creyeron que serían regañados, pero para sorpresa de ellos la profesora ni siquiera tenía el ceño fruncido.
—Si se lo vas a contar; date prisa, Remus —gruñó Black, que seguía vigilando cada uno de los frenéticos movimientos de Scabbers—. He esperado doce años. No voy a esperar más.
—De acuerdo, pero tendrás que ayudarme, Sirius —dijo Lupin—. Yo sólo sé cómo comenzó…
Lupin se detuvo en seco. Había oído un crujido tras él. La puerta de la habitación acababa de abrirse. Los cinco se volvieron hacia ella. Lupin se acercó y observó el rellano.
—No hay nadie.
Los del pasado tomaron este hecho sin mucha importancia porque todo lo asumieron como alguna corriente de aire.
—Ese es el momento en que Snape aparece, pero está escondido bajo tu capa —susurró Ron a Harry.
Harry asintió.
—Y casi lo complica todo —agregó en el mismo tono de voz que su amigo.
—¡Este lugar está encantado! —dijo Ron.
—No lo está —dijo Lupin, que seguía mirando a la puerta, intrigado—. La Casa de los Gritos nunca ha estado embrujada. Los gritos y aullidos que oían los del pueblo los producía yo (¿Entonces nunca hubo fantasmas?, preguntó Frank con asombro. Remus negó con la cabeza y dijo: Todo fue idea del profesor Dumbledore para que no me descubrieran). —Se apartó el ceniciento pelo de los ojos. Meditó un instante y añadió—: Con eso empezó todo… cuando me convertí en hombre lobo. Nada de esto habría sucedido si no me hubieran mordido… y si no hubiera sido yo tan temerario.
—El mismo discurso de cada mes —dijo Sirius negando con la cabeza.
—Creo que al pasar los años se te quitaría esa costumbre, Lunático —dijo James a un sonrojado Remus.
Por su parte ese pequeño párrafo hizo que Hermione se sintiera miserable.
Remus ya ha sufrido demasiado y yo voy cuento su secreto, se reprendía Hermione. Soy una tonta.
Estaba tranquilo, pero fatigado. Iba Ron a interrumpirle cuando Hermione, que observaba a Lupin muy atentamente (Lo observaba no solo porque eso era lo que siempre hacia si tenía oportunidad, sino también porque en ese momento quería creer todo lo que Remus decía y no decepcionarme de él al creer que era aliado de Sirius, recordó Hermione), se llevó el dedo a la boca.
—¡Chitón!
—Era muy pequeño cuando me mordieron (Esa información fue una sorpresa para muchos y sintieron pena por Remus, ya que no se podían imaginar a un pobre niño sufriendo el dolor de la transformación mes por mes) —prosiguió Lupin—. Mis padres lo intentaron todo, pero en aquellos días no había cura. La poción que me ha estado dando el profesor Snape es un descubrimiento muy reciente. Me vuelve inofensivo, ¿os dais cuenta? Si la tomo la semana anterior a la luna llena, conservo mi personalidad al transformarme… Me encojo en mi despacho, convertido en un lobo inofensivo, y aguardo a que la luna vuelva a menguar (No lo puedo creer, en verdad Quejicus hizo algo bueno por uno de nosotros, dijo Sirius con la sorpresa impregnada en su voz. A lo que Snape miró de mala manera no solo a Sirius sino a los tres merodeadores. Serán imbéciles los tres, aunque en realidad no entiendo porque lo ayudaba si me cae mal, pensaba el futuro profesor de pociones. Pero a pesar de todas las rencillas que los merodeadores podían tener con Snape, Remus le agradecía el ayudarlo preparándole esa poción). Sin embargo, antes de que se descubriera la poción de matalobos, me convertía una vez al mes en un peligroso lobo adulto. Parecía imposible que pudiera venir a Hogwarts. No era probable que los padres quisieran que sus hijos estuvieran a mi merced (Y en ese preciso momento la mirada de Remus choco con la mirada de asco de Lucius Malfoy. Remus ya estaba acostumbrado a ese tipo de miradas, las conocía desde muy pequeño, y eso que era solo cuando sospechaban que él era raro y peligroso, pero como él era un valiente león no bajo la mirada, no por Malfoy). Pero entonces Dumbledore llegó a director y se hizo cargo de mi problema. Dijo que mientras tomáramos ciertas precauciones, no había motivo para que yo no acudiera a clase. —Lupin suspiró y miró a Harry—. Te dije hace meses que el sauce boxeador lo plantaron el año que llegué a Hogwarts. La verdad es que lo plantaron porque vine a Hogwarts. Esta casa —Lupin miró a su alrededor melancólicamente—, el túnel que conduce a ella… se construyeron para que los usara yo. Una vez al mes me sacaban del castillo furtivamente y me traían a este lugar para que me transformara. El árbol se puso en la boca del túnel para que nadie se encontrara conmigo mientras yo fuera peligroso.
—Oh, vamos, Lunático ya deja de comparecerte a ti mismo  —le dijo James.
—No eres tan peligroso como dices —dijo Sirius tratando de levantarle los ánimos a su amigo.
—Eso ni tú te lo crees —retrucó Remus.
¿No era tan peligroso? Idiotas, la bestia de su amigo estuvo a punto de matarme, pensaba Snape.
Harry no sabía en qué pararía la historia, pero aun así escuchaba con gran interés. Lo único que se oía, aparte de la voz de Lupin, eran los chillidos asustados de Scabbers.
—No entiendo como ese idiota pudo quedar en Gryffindor —murmuró Ron.
—Yo tampoco —dijo Luna que había escuchado lo que había dicho su pelirrojo novio.
—En aquella época mis transformaciones eran… eran terribles. Es muy doloroso convertirse en licántropo. Se me aislaba de los humanos para que no los mordiera, de forma que me arañaba y mordía a mí mismo. En el pueblo oían los ruidos y los gritos, y creían que se trataba de espíritus especialmente violentos. Dumbledore alentó los rumores… (Ahora la mirada de superioridad y enojo de Lucius recayó sobre el anciano director, pero este ni siquiera se inmuto) Ni siquiera ahora que la casa lleva años en silencio se atreven los del pueblo a acercarse. Pero aparte de eso, yo era más feliz que nunca (Esa declaración llama la atención de muchos, sobre todo la Snape, ya que él no creía que se podría ser feliz con una maldición como esa. Vamos, si ni siquiera él era capaz de soportar al imbécil de su padre, y eso que era humano, mucho menos podría soportar convertirse una vez al mes en licántropo. Creo que ha enloquecido, pensaba Snape). Por primera vez tenía amigos, tres estupendos amigos: Sirius Black, Peter Pettigrew y tu padre, Harry, James Potter (Los merodeadores pelinegro sonrieron al merodeador castaño, y este le respondió con otra sonrisa). Mis tres amigos no podían dejar de darse cuenta de mis desapariciones mensuales. Yo inventaba historias de todo tipo. Les dije que mi madre estaba enferma y que tenía que ir a casa a verla… (La primera vez, la segunda y hasta la tercera vez funciono, pero luego ya no era muy creíble, dijo James, Sirius asintió y agrego: Por lo que nos vimos en la obligación de averiguar qué era lo que te pasaba) Me aterrorizaba que pudieran abandonarme cuando descubrieran lo que yo era (Eso es estúpido, dijeron James y Sirius al instante). Pero al igual que tú, Hermione, averiguaron la verdad. Y no me abandonaron. Por el contrario, convirtieron mis metamorfosis no sólo en soportables, sino en los mejores momentos de mi vida. Se hicieron animagos.
—¿Mi padre también? —preguntó Harry atónito.
—Hasta la duda ofende, querido hijo —dijo James con un atisbo de sonrisa—, además si Canuto era un animago, yo también tenía que serlo —aseguro, omitiendo a Peter, como si este ya no existiera o nunca hubiera existido.
—Sí, claro —respondió Lupin—. Les costó tres años averiguar cómo hacerlo. Tu padre y Sirius eran los alumnos más inteligentes del colegio y tuvieron suerte porque la transformación en animago puede salir fatal. Es la razón por la que el Ministerio vigila estrechamente a los que lo intentan. Peter (Al escuchar ese nombre James y Sirius soltaron improperios, mientras que Remus solo tenía una mirada de pesar) necesitaba toda la ayuda que pudiera obtener de James y Sirius. Finalmente, en quinto, lo lograron. Cada cual tuvo la posibilidad de convertirse a voluntad en un animal diferente.
—El traidor ese se convirtió exactamente en lo que en realidad era, una rata roñosa —gruñó Sirius.
—Por supuesto —aceptó James—, siempre me pregunté porque él decidió convertirse en rata, y ahora lo entiendo, siempre una rata, tanto por dentro como por fuera.
Los tres merodeadores querían acabar con Peter, pero sin duda los que estaban más impacientes eran los animagos pelinegro.
—Pero ¿en qué le benefició a usted eso? —preguntó Hermione con perplejidad.
—No podían hacerme compañía como seres humanos, así que me la hacían como animales —explicó Lupin—. Un licántropo sólo es peligroso para las personas. Cada mes abandonaban a hurtadillas el castillo, bajo la capa invisible de James. Peter, como era el más pequeño, podía deslizarse bajo las ramas del sauce y tocar el nudo que las deja inmóviles. Entonces pasaban por el túnel y se reunían conmigo. Bajo su influencia yo me volvía menos peligroso. Mi cuerpo seguía siendo de lobo, pero mi mente parecía más humana mientras estaba con ellos.
Lily observó con cariño a James y a Sirius, ellos podrían ser unos arrogantes en algunas ocasiones, infantiles y muy bromistas, pero a la hora de ayudar a uno de los suyos lo hacían aunque arriesgaran su propia vida, y eso lo hacía especiales. Y ahora Lily ya no se sentía tan enojada con su novio y Sirius al convertirse en animagos porque comprendía que lo habían  hecho por una noble causa.
—No eres para nada peligroso —insistió James.
—Date prisa, Remus —gritó Black, que seguía mirando a Scabbers con una horrible expresión de avidez.
—Siempre igual de impaciente —comentó Lily.
—Yo también lo estaría si hubiera estado en su lugar —afirmó James.
—Ya llego, Sirius, ya llego… Al transformarnos se nos abrían posibilidades emocionantes. Abandonábamos la Casa de los Gritos y vagábamos de noche por los terrenos del colegio y por el pueblo. Sirius y James se transformaban en animales tan grandes que eran capaces de tener a raya a un licántropo. Dudo que ningún alumno de Hogwarts haya descubierto nunca tantas cosas sobre el colegio como nosotros (En esta época tal vez, porque si supieran todo lo que descubrieron estos tres se quedarían con la boca abierta, dijeron los gemelos Weasley mirando al trío dorado. A lo que Ron dijo: No ayudan, ¿saben?). Y de esa manera llegamos a trazar el mapa del merodeador y lo firmamos con nuestros apodos: Sirius era Canuto, Peter Colagusano y James Cornamenta.
—¿Qué animal…? —comenzó Harry, pero Hermione lo interrumpió.
—¡Aun así, era peligroso! ¡Andar por ahí, en la oscuridad, con un licántropo! ¿Qué habría ocurrido si les hubiera dado esquinazo a los otros y mordido a alguien?
¿Por qué tenía que ser tan entrometida?, se regañaba Hermione mentalmente.
Aunque había algunos que se preguntaban lo mismo y no habían tenido el valor de hacerlo abiertamente, así que esperaron impacientes la respuesta.
—Ése es un pensamiento que aún me reconcome —respondió Lupin en tono de lamentación—. Estuve a punto de hacerlo muchas veces. Luego nos reíamos. Éramos jóvenes e irreflexivos (Remus se sonrojó, ya que eso fue lo habían hecho la última luna llena.  No puedo creer lo inconsciente que he sido todo este tiempo, se regañaba mentalmente Lupin. Ya no lo volveré hacer, o al menos lo intentaré). Nos dejábamos llevar por nuestras ocurrencias. A menudo me sentía culpable por haber traicionado la confianza de Dumbledore (Pierda cuidado, señor Lupin, no me siento traicionado, dijo Dumbledore con calma. Esa respuesta dejo sorprendido a los merodeadores, e hizo que la ira de Lucius y ahora de su esposa también aumentará, y las ganas de cerrar Hogwarts crecía cada vez más). Me había admitido en Hogwarts cuando ningún otro director lo habría hecho, y no se imaginaba que yo estuviera rompiendo las normas que había establecido para mi propia seguridad y la de otros. Nunca supo que por mi culpa tres de mis compañeros se convirtieron ilegalmente en animagos (Pero el anciano director no se sintió ofendido, y sonrió con diversión, aunque eso no le quitara el hecho de que podría haber sido peligroso no se sentía enojado, porque todo lo que esos adolescente habían hecho no había sido con malicia, sino todo lo contrario, para ayudar a su amigo). Pero olvidaba mis remordimientos cada vez que nos sentábamos a planear la aventura del mes siguiente. Y no he cambiado… —Las facciones de Lupin se habían tensado y se le notaba en la voz que estaba disgustado consigo mismo—. Todo este curso he estado pensando si debería decirle a Dumbledore que Sirius es un animago. Pero no lo he hecho (Aunque ahora ya no sirve de mucho, porque ya todos lo sabemos, dijo Padma Patil). ¿Por qué? Porque soy demasiado cobarde. Decírselo habría supuesto confesar que yo traicionaba su confianza mientras estaba en el colegio, habría supuesto admitir que arrastraba a otros conmigo… y la confianza de Dumbledore ha sido muy importante para mí (Remus se sintió avergonzado, y comprendió que su yo del futuro al igual que él pensaban de la misma manera y nunca dejaría de pensar igual). Me dejó entrar en Hogwarts de niño y me ha dado un trabajo cuando durante toda mi vida adulta me han rehuido y he sido incapaz de encontrar un empleo remunerado debido a mi condición. Y por eso supe que Sirius entraba en el colegio utilizando artes oscuras aprendidas de Voldemort (Debería sentirme ofendido por eso, Lunático, pero te perdono porque aún no ha pasado, dijo Sirius a Remus, el cual se sonrojo más) y de que su condición de animago no tenía nada que ver… Así que, de alguna manera, Snape tenía razón en lo que decía de mí.
—¿Qué? Lunático, ¿en serio? —dijo James—. ¿Por qué habría de tener razón Quejicus?
Snape murmuró insultos hacia James.
—Es Quejicus, y él nunca tiene razón —agregó Sirius.
—¿Snape? —dijo Black bruscamente, apartando los ojos de Scabbers por primera vez desde hacía varios minutos, y mirando a Lupin—. ¿Qué pinta Snape?
—Está aquí, Sirius —dijo Lupin con disgusto—. También da clases en Hogwarts. (Para desgracia de algunos estudiantes, dijo Fred. A lo que George agregó: Sobre todo si no son de Slytherin. Y los gemelos iban a seguir hablando, pero la mirada penetrante de Snape los cayo, y estos solo se hicieron los desentendidos) —Miró a Harry, a Ron y a Hermione—. El profesor Snape era compañero nuestro. —Se volvió otra vez hacia Black—: Ha intentado por todos los medios impedir que me dieran el puesto de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Le ha estado diciendo a Dumbledore durante todo el curso que no soy de fiar (Y aun así decías que Quejicus tiene razón, refunfuñó Sirius). Tiene motivos… Sirius le gastó una broma que casi lo mató, una broma en la que me vi envuelto.
—¿Qué? ¿Sigue con eso? —bufó James mirando a Snape—. Yo creí que en esa época ya se había olvidado de eso.
Snape rechinó los dientes con enojo.
—Además de que Lunático nunca tuvo nada que ver —dijo Sirius—. Esa broma solo fue idea mía —confesó.
Pero por la mirada que Snape le dedicaba a los merodeadores se notaba que estaba totalmente en desacuerdo con ellos.
Esos malditos cretinos mienten, se tapan unos a otros, pensaba Snape con amargura. Me hubiera gustado mucho contarles a todos el secreto de Lupin en ese momento, pero Dumbledore no me lo permitió.
—Le estuvo bien empleado. —Black se rió con una mueca—. Siempre husmeando, siempre queriendo saber lo que tramábamos… para ver si nos expulsaban.
Aun así no estuvo bien que Sirius hiciera algo como eso, pudimos poner en peligro a Remus, pensaba James, pero obviamente no dijo lo que estaba pensando para no hacer sentir mal a su amigo.
—Severus estaba muy interesado por averiguar adónde iba yo cada mes —explicó Lupin a los tres jóvenes—. Estábamos en el mismo curso, ¿sabéis? Y no nos caíamos bien (Eso no tenías que explicarlo, se nota a simple vista¸ dijeron los gemelos Prewett). En especial, le tenía inquina a James. Creo que era envidia por lo bien que se le daba el quidditch… (Aunque yo creo que te odia más porque tú si pudiste quedarte con Lily, susurró Sirius a James, cosa que hizo que Potter padre sonriera con suficiencia y Sirius le siguió. Snape lo noto, y el futuro profesor de Pociones hubiera querido en ese momento que su mirada tuviera el poder de lanzar maldiciones y así ver revolcarse del dolor a ese par) De todas formas, Snape me había visto atravesar los terrenos del colegio con la señora Pomfrey cierta tarde que me llevaba hacia el sauce boxeador para mi transformación. Sirius pensó que sería divertido contarle a Snape que para entrar detrás de mí bastaba con apretar el nudo del árbol con un palo largo. Bueno, Snape, como es lógico, lo hizo (Eso definitivamente va más allá de una simple broma, Sirius, dijo una Lily indignada. Y en ese momento Snape se sintió bien porque Lily lo estaba defendiendo). Si hubiera llegado hasta aquí, se habría encontrado con un licántropo completamente transformado. Pero tu padre, que había oído a Sirius, fue tras Snape y lo obligó a volver, arriesgando su propia vida (Solo estaba salvando su pellejo, espetó Snape con odio en el tono de voz. A lo que James le gritó: Piensa lo que quieras, Quejicus, deberías agradecerme que te detuviera. Y esta respuesta enervo a Snape: Arrogante como siempre. ¿Y agradecerte? Por favor, Potter, tú solo querías jugar al héroe, mi vida no te importaba. Y antes de que James contestara la voz de Harry se escuchó: ¡Ya basta los dos! ¿Podrían por favor dejar esa discusión infantil?), aunque Snape me entrevió al final del túnel. Dumbledore le prohibió contárselo a nadie, pero desde aquel momento supo lo que yo era…
—Entonces, por eso lo odia Snape —dijo Harry—. ¿Pensó que estaba usted metido en la broma?
—Exactamente —admitió una voz fría y burlona que provenía de la pared, a espaldas de Lupin.
Severus Snape se desprendió de la capa invisible y apuntó a Lupin con la varita.
Snape sonrió, porque esperaba que su yo del futuro hundiera a los dos merodeadores.
—Maldita sea —dijo James—. Quejicus estaba usando mi capa, mi preciada capa, por eso no viste a nadie cuando escuchaste ese ruido, Lunático.
—Y el profesor Snape llego en el peor momento —comentó Dean.
—Aquí termina el capítulo —comunicó Andrómeda, dejando a todos con curiosidad por saber lo que pasaba a continuación.

Nota: 
Hola de nuevo mis queridas lectoras, esta vez no demore tanto en actualizar, ojala y disfruten de este capítulo. 
Ah, y muchas gracias por sus comentarios, ellos me animan a continuar.


31 comentarios:

  1. Qué bien, abro la página y me encuentro con dos capítulos nuevos. ME ENCANTA. Los dos estupendos pero como con todo lo que leo, se me hacen cortos ;( espero que no tardes en actualizar.
    Hasta pronto
    Lily

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  2. gracias por actualizar tan pronto, me gusto mucho el capitulo, esa interacción entre remus y hermione, ya queda tan poco, ojala puedas actualizar pronto.

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  3. oh, cielos, gracias por actualizar tan pronto, me encanto el capitulo =)

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  4. merlin, otro capitulo, creo que voy a morir de emocion, muchas gracias por actualizar tan rapido, Merodeadores
    besitos magicos

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  5. gracias por actualizar tan rapido, fue genial este capitulo, lo ame ♥
    y por favor, por lo que mas quieras no te demores mucho en actualizar

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  6. oh, dioses, actualizaste, y rapido, creo que voy a sufrir un paro cardiaco de pura felicidad, adore este capitulo, aunque podre Hermione se siente culpable porque su yo del futuro revelo el secreto de Remus, y ahora piensa que él esta enojado con ella, por favor actualiza rapido, ya no falta mucho para finalizar el tercer libro, y espero con ansias que para ese entonces Remus ya se entere de que Hermione es su esposa.
    besos llenos de amor ♥

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  7. me encanto el capitulo, actualiza pronto plis!!!

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  8. excelente capitulo, me encanto, por favor no te demores en actualizar

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  9. Me encanto el capitulo como siempre ;D Gracias por actualizar tan rápido ya no falta mucho para el final y lo espero con ansias. espero que todo este bien en tu trabajo ;D saludos

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  10. El capitulo estuvo fantastico en verdad me encanto, me alegra que hayas podido actualizar tan pronto.
    Saludos😛

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  11. Sos una genia segui actualizando a tiempo que leo con ansias

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  12. me gusto mucho el capitulo, tanto que hasta grite de emocion, y por favor no te demores en actualizar

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  13. un maravilloso y fascinante capitulo ;D

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  14. ya lo he leido 4 veces, me gustó mucho el capitulo, ojala puedas actualizar pronto, ya esta en la parte critica la historia, ya quiero que llegues al capitulo del secreto de Hermione

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  15. ya actualiza por favor, creo que estoy muriendo al no encontrar un nuevo capitulo =(

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  16. wooww nunca habia leido sobre esta pareja en particular y me gusta, espero que puedas actualizar pronto
    saludos, tu nueva lectora

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  17. Me encanta cómo escribes... (creo que eso ya lo he dicho antes...)
    Bueno, primero, el capi:
    Lo Ameeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
    Y yo voy, entro, y... ¡¡dos capítilos!!
    >w<
    con el ansia y ganas con las que los leí se me hicieron poquito... Jejejejejej n.nU
    Continua lo antes posible, plis ¡no nos dejes un mes a dos vela! T.T
    Yo quiero leer más
    Me hice fan de la pareja por tu culpa! (acusación amistosa n.nU)
    Saludoooos!!!!!!

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  18. por fis actualiza, me encanta tu historia, siempre me gusto esta pareja y este es uno de los mejores que he leído. Espero que te encuentres bien y que te este yendo excelente.

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  19. cielos, que capitulo mas excelente, por favor no te tardes tanto en actualizar

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  20. Me encanta tu historia, la leo desde hace unos meses y desde entonces no he parado, eres una verdadera genia, porfis actualiza pronto

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  21. por favor actualiza, quiero seguir leyendo la historia, la espera es torturante

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  22. porfis actualiza, quiero seguir leyendo, esta muy buena la historia

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  23. Merodeadora actualiza porfavor!!
    En verdad me muerovpor seguir leyendo, ademas de que la historia esta llegando a la mejor parte de el mundo.....
    Saludos😙😜💜

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  24. POR FAVOR ACTUALIZA
    esta muy buena la historia, reviso todos los días la pagina esperando una actualización, juegas con mis sentimientos

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  25. Me encanta la historia. Todos los días la abro para ver si aparece una actualización.
    Gracias por no dejar de escribir aunque tardes en actualizar.
    Me leí la historia cuando debía estar estudiando para los examenes y ahora se me hace larga la espera.
    Ánimo.

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  26. por fis actualiza, la espera se hace eterna

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  27. actualiza por favor te lo pido, te lo suplico

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  28. Madre mia me esta encantando esta historia, jamas habia leido sobre esta pareja, habia leido sobre hermione con Dracon, Harry, Ron, Severus, Sirius incluso con el mismisimo Tom Riddle pero jamas con Remus, por favorcito actualiza pronto, que me muero de ganas por saber como reaccionara Lupin cuando se entere de como es en el futuro

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  29. por favor actualiza, muero por leer el siguiente capitulo

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