Luego
de que Neville terminara de leer, Dumbledore anuncio que era la hora de
almorzar, al instante las bandejas de comida aparecieron sobre las mesas. Todos
almorzaban tranquilamente, algunos reían todavía sobre ese curso al que se
había inscrito Filch, otros platicaban, Ron y Luna se susurraban cosas al oído
y luego se sonrojaban. James y Lily veían atentamente cada movimiento de su
futuro hijo, Sirius conversaba con los gemelos Weasley y los gemelos Prewett, Neville
y sus padres también platicaban, lo mismo hacían los Tonks, Hagrid tomaba una
cerveza de mantequilla y escuchaba que Dumbledore y McGonagall hablaban, Snape
comía con seriedad, los Malfoy conversaban con su hijo y Pansy, los chicos
Weasley también conversaban con su padres, el único que estaba callado era
Remus, y Hermione lo miraba.
Lupin
aún no sabía que era lo que le pasaba con Hermione, por más que le daba vueltas
a la cabeza, no lograba entender porque se había sentido enojado cuando vio a
Hermione sonreírle a Malfoy.
—¿Estás
bien? —le preguntó Hermione a Remus. La castaña no había dejado de mirarlo de
reojo en todo momento. Sabía que algo le pasaba, lo conocía demasiado bien como
para no entender cada uno de sus gestos.
—Sí,
¿por qué tendría que estar mal? —respondió Remus, no de muy buena manera.
La
castaña se le quedo mirando. Y sintió un nudo en la garganta al escuchar el
tono de voz de Remus. Él solo le había hablado con ese tono de voz una vez, y
fue cuando ella se había atrevido a besarlo por primera vez.
Flashback
Eran las
vacaciones, y una de esas tarde en La Madriguera, Hermione ya se encontraba en
la casa de sus amigos, pero algo que venía sintiendo desde hace mucho no dejaba
tranquila ni un solo minuto —su corazón no para de gritarle que lo hiciera de
una vez— tenía que decírselo, y esa era su oportunidad, porque no sabría cuando
se le podría presentar otra oportunidad como esa. Puesto que Ron estaba
limpiando su habitación como se lo había ordenado su madre, los gemelos estaban
en su nueva tienda, Ginny también en su habitación, y ella con la excusa de que
iba por un vaso con agua salió de la habitación de la pelirroja, y los otros hermanos
de la pelirroja no se encontraban en casa.
Remus Lupin estaba
hablando con el señor Weasley, sobre los últimos planes de la Orden y sobre el
nuevo nombre con que era conocido Harry, “El Elegido”.
Hermione estaba
atenta en cuando Remus saliera de la casa. Él pasó por la sala sin percatarse
de que la castaña estaba ahí, y con pasos ligeros salió de la casa, Hermione lo
siguió hasta el jardín.
—Remus —lo llamó.
El hombre se giró inmediatamente al escuchar su nombre.
Sonrió cuando se
dio cuenta de la menuda figura de la chica.
—Hermione, ¿te
puedo ayudar en algo? —preguntó amablemente.
—Yo… eh… yo…
—susurró Hermione, se había quedado con la mente en blanco, tenía tantas cosas
que decirle, pero simplemente las palabras se le trabaron.
—¿Sí? —dijo Lupin,
mirándola fijamente.
Di algo, Hermione,
se decía la castaña. Pero otra vez las palabras no le salían de la boca.
Remus se acercó a
Hermione.
—¿Te encuentras
bien, Hermione? Pareces nerviosa…
La castaña no lo
pensó, no se pudo contener más y lanzándose a su cuello, besó a su ex profesor,
él se sorprendió por el atrevimiento de la chica, y atrayéndola más hacía sí,
no pudo evitar responder a ese beso. Lupin sentía algo distinto en ese beso, no
era como los otros besos que había tenido, hasta el beso con Tonks, era
distinto a ese que estaba teniendo ahora, los besos con Tonks eran fríos, no
sentía amor, pero en cambio el beso que se estaba dando con su ex alumna, era
dulce, se sentía cálido, hasta que le llego a la cabeza que esa chica con la
que se estaba besando era su ex alumna, mejor amiga de Harry, el hijo de uno de
sus mejores amigos. Así que violentamente se separó de ella.
—¡Basta! —dijo
seriamente Lupin—, esto está mal, no debe volver a repetirse, ¿entiendes?
—¿Por qué?
—preguntó Hermione, muy sonrojada.
—¿Por qué?
—repitió Lupin—, por qué soy tu ex profesor, porque soy mayor que tú, y tú eres
una niña, una niña que no sabe lo que quiere —seguía hablando en un tono serio.
Hermione sentía un
nudo en la garganta.
—Eso tú no la
sabes —contestó la castaña, con la voz un poco rota.
Lupin se sintió
mal por hablarle de esa manera a Hermione, pero sabía que esa era la única
forma de abrirle los ojos y para que entendiera que no podía ser lo que su loca
cabeza soñaba.
—Hermione —dijo
más calmado—, por favor, te lo repito, esto no debe volver a repetirse, tú solo
eres una niña confundida, sí, estás confundida —Lupin trato de convencerse a sí
mismo—, y con todo esto de Voldemort, hace que hagas las cosas sin pensar.
—No soy una niña,
yo soy una mujer, aunque no quieras verlo —gritó la castaña, mientras lágrimas
corrían por sus mejillas. Ya no le importaba si alguno de los Weasley se
enteraba de su secreto—, y mucho menos estoy confundida. Yo estoy enamorada de
ti, te amo —la castaña le confeso sus sentimientos al licántropo.
El licántropo se
puso pálido al escuchar tal confesión.
Eso no podía ser
verdad, se dijo.
—Hermione —dijo
lentamente—, tú no estás enamorada de mí, solo quieres sentirte protegida,
necesitas la protección de alguien mayor, y justo ese alguien mayor soy, tal
vez me vez como un padre, y por eso estás confundiendo tus sentimientos hacía a
mí.
Hermione negó con
la cabeza.
—No te veo como un
padre, puesto que ya tengo uno, porque no entiendes que te amo —luego de decir
eso, Hermione salió corriendo directo a la habitación de Ginny.
Fin de Flashback
—Lo
siento —se disculpó Lupin al darse cuenta de su error.
La
castaña negó con la cabeza.
—No
importa, todos tenemos derecho de estar malas de vez en cuando —respondió
Hermione, y le sonrió dulcemente.
Ese
gesto hizo sentir a Remus miserable. ¿Cómo era posible que le haya contestado
de esa manera a Hermione? Y todavía que ella lo disculpara y le sonriera.
—Lo
siento —repitió Remus, pero Hermione no lo escucho. Ella estaba mirando al
frente donde apareció nuevamente esa luz resplandeciente.
—¿Pero
qué…? —dijo Ron cubriéndose los ojos con su brazo.
Todos
estaban un poco cegados por la luz, pero luego de un par de minutos la luz se
desvaneció. Y se dejaron ver a muchos chicos, que miraban a todos sorprendidos.
—Buenas
tardes, jóvenes. ¿Quiénes son ustedes? —preguntó amablemente el profesor
Dumbledore.
—Profesor
Dumbledore —fue la respuesta en general de los recién llegados.
Todos
los del pasado miraban atentamente a los recién llegados.
—¿Fleur?
—preguntó un sorprendido Bill, al ver a la rubia. Ella lo vio y le sonrió.
Sirius
por su parte no dejaba de ver a Fleur.
—¿Ya
viste eso, Cornamenta? —le preguntó a su amigo, señalando a la rubia—, a que no
es la mujer más hermosa que hayas visto.
James
miró a la rubia.
—Sí,
es hermosa, pero ninguna como mi Lily —respondió James.
Sirius
lo miró de reojo.
—Estás
perdido —murmuró el animago.
—¡Lee!
—gritaron los gemelos Weasley al ver al moreno.
Lee
los miró y se refregó varias veces la vista, no podía creer lo que veía. Como
era posible que también viera a Fred, si se suponía que él estaba muerto.
Por
otro lado Neville no podía quitar sus ojos de la chica rubia de Hufflepuff. Lo
mismo pasaba con Draco que no podía dejar de mirar a una chica castaña de ojos
verdes.
—Podrían
presentarse, jóvenes —propuso Dumbledore.
El
primero en pasar fue un chico de alto de cabellos color arena, un poco fornido
y con el uniforme de Gryffindor.
—Hola,
soy Seamus Finnigan —dijo con su acento irlandés—, soy un Gryffindor —señaló su
emblema en su túnica—, y curso mi séptimo año en Hogwarts.
El
siguiente en pasar fue un chico alto, delgado, moreno y de ojos marrones.
—Hola
a todos, yo soy Dean Thomas —el chico sonreía a todos, Harry y Ron bufaron,
ambos celosos porque él fue novio de Ginny—, yo también estoy en Gryffindor y
curso mi séptimo año.
Las
siguiente en pasar fueron dos chicas, parecían ser mellizas, ambas con tenían
el cabello lizo color negro azabache, ojos negros y trigueñas. Lo único que las
diferenciaban era que estaban en distintas casas.
—Hola,
soy Parvati Patil —habló la chica de Gryffindor—, soy de Gryffindor y estoy
cursando mi último año.
Luego
pasó la melliza de Parvati.
—Hola,
yo soy Padma Patil, la melliza de Parvati —dijo la melliza—, pertenezco a la
casa de Ravenclaw y también estoy cursando mi último año.
—Son
lindas, pero yo sigo prefiriendo a la rubia —dijo Sirius—, parece que es una
veela —le comentó a Remus.
—Sí,
parece ser —contestó Lupin, no muy animado. Él miraba de reojo a Hermione.
—Hola,
Hogwarts del pasado, soy Lee Jordan —se presentó un chico alto, de piel oscura,
cabellos negros (con rastras) y ojos marrones, él tenía una gran sonrisa
traviesa—, tengo 21 años y cuando iba a Hogwarts pertenecí a la casa de los
leones —medio gritó, y los gemelos Weasley aplaudieron.
Una chica
alta, delgada, de piel oscura, cabellos castaños, largos y lisos, con ojos
color castaño, paso al frente.
—Hola,
pasado —sonrió—, soy Angelina Johnson —George la miraba embobado, mientras que
Fred se reía de su gemelo—, tengo 21
años y pertenecí a la casa de los leones cuando iba a Hogwarts.
—Hermano,
¿te sucede algo? —preguntó burlonamente Fred.
—Eh…
no, no, ¿por qué? —preguntó un desconcertado George.
—No,
por nada —contestó Fred sonriendo, pero su gemelo no se percató de esto porque
aun miraba a la morena.
Otro
chico pasó a adelante. Era alto, delgado, piel clara y con cabellos negros.
—Hola,
pasado —sonrió un poco al decir eso—, soy Terry Boot, pertenezco a la casa de
Ravenclaw y estoy cursando el séptimo curso.
—Buenas
tardes, soy Susan Bones —dijo una chica delgada, pelirroja, piel clara y ojos marrones—, soy una Hufflepuff, y estoy
cursando mi último año.
—Hola,
soy Hannah Abbott —dijo una chica rubia, de piel clara, delgada y con ojos
marrones, la cual sonrió a Neville cuando lo vio, este se sonrojó, pero también
le sonrió—, soy una Hufflepuff y curso el séptimo curso.
Un
chico castaño de cabellos rizado y piel clara.
—Hola
a todos, soy Justin Finch-Fletchley —dijo con simpatía—, también soy un
Hufflepuff y estoy cursando el último curso.
—Que
tal, soy Ernest Macmillan, pero me dicen Ernie —dijo un chico delgado, alto,
rubio y de piel caucásica—, soy un Hufflepuff más —sonrió—, y estoy cursando el
último curso.
—Buenas
tardes —saludo una chica, delgada, estatura media, trigueña, cabellos negros al
igual que sus ojos—, soy Alicia Spinnet. Tengo 20 años y cuando iba a Hogwarts
partencia a la casa de Gryffindor.
Otra
chica paso luego de Alicia.
—Hola,
soy Katie Bell —dijo una chica delgada, de cabellos rubios, piel clara y ojos
marrones—, tengo 19 años y también pertenecí a la casa de Gryyfindor cuando iba
a Hogwarts.
Luego
de que Katie terminara su presentación, un chico de presencia imponente, alto,
fornido, cabellos castaños, piel clara y ojos marrones.
—¿Capitán?
—dicen los gemelos Weasley.
—¿En
serio es nuestro capitán? —dice Fred.
—Parece
—dice George, mirándolo bien—, sí, Gred, es nuestro sádico capitán.
—El
que nos hacía levantar de madrugada, para que escuchemos sus aburridos
discursos —dijo Fred burlonamente.
El
chico los miró con seriedad.
—Weasley
—dijo, y negó con la cabeza cuando vio la sonrisa en ambos hermanos—. Me llamo
Oliver Wood, tengo 23 años, pertenecí a Gryffindor cuando iba a Hogwarts —hizo
una pausa—, ahora pertenezco al equipo de quidditch de los Puddlemere United
—finalizó con orgullo.
—Que
bien —dijeron al unisonó Sirius y James.
Otro
chico paso al frente.
—Hola,
soy Michael Corner —el chico era delgado, de cabellos negros, ojos marrones y
piel clara, y apenas Harry y Ron lo vieron volvieron a bufar. Ambos amigos
estaban celosos de que él haya sido otro novio de Ginny. La pelirroja al ver la
reacción de su novio y hermano sonrió—, pertenezco a la casa de Ravenclaw y
estoy cursando mi sexto curso.
Luego
paso otro chico de piel oscura, pero sus pasos eran elegantes. Se paró al frente,
respiró profundo y miró a todos con arrogancia.
Sirius
lo miró mal.
—Serpiente
—susurró de mal humor.
—Buenas
tardes, soy Blaise Zabini —empezó a hablar un chico delgado, alto, de tez
oscura, cabello negro, y ojos castaños—, soy un Slytherin —como si no nos hubiéramos dado cuenta de eso, murmuró Sirius—, y
estoy cursando mi último año.
—Un
Zabini —dijo Lucius Malfoy mirando al chico—. Por fin alguien que merece la
pena escuchar.
Draco
negó con la cabeza.
Luego
de Zabini también paso un chico de Slytherin.
—Hola,
mi nombre es Theodore Nott —dijo un chico delgado, alto, tez clara, y cabellos
castaño claro—, soy un Slytherin y también estoy cursando el último curso —luego
de eso se puso a un costado de Blaise, y no miraba a nadie en específico.
—No
puedo creer que Nott haya tenido un hijo —dijo Lucius—, él y su esposa, ya son
muy mayores.
—Parece
un chico callado y solitario —comentó Narcisa, mirando al Nott.
—Así
es Theo, madre —dijo Draco.
—Pero
también es muy inteligente —agregó Pansy.
Unas
chicas con el uniforme de Slytherin pasaron al frente.
—Hola
a todos, soy Daphne Greengrass —la chica era rubia, delgada, alta, piel
caucásica y ojos verdes—, pertenezco a la casa de Slytherin y estoy cursando el
último curso.
—¿Greengrass?
Son de una buena familia, tal vez ella podría ser tu prometida, Draco —dijo
Lucius—. Es toda una sangre pura —murmuró.
—No lo
creo, padre —contestó el rubio, mirando a la castaña que estaba al lado de
Daphne.
Lucius
miró con seriedad a su hijo, pero antes de poder decir algo, la chica castaña
empezó a hablar.
—Hola…
mi nombre es Astoria Greengrass —la chica era diferente a su hermana, puesto
que Astoria era castaña, y tenía la piel pálida, en lo único que se parecían
eran en los ojos verdes, porque en sus rasgos no eran muy parecidas—, y al
igual que mi hermana estoy en Slytherin y estoy cursando el sexto curso.
—Solo
espero que esa linda chica no haya sido una serpiente —dijo Sirius mirando a
Fleur.
—Tal
lo haya sido, porque ha decidido ser la última presentarse, igual que las otras
serpientes —apuntó James.
Sirius
hizo una mueca de desagrado.
La
última chica dio un paso adelante, era rubia, alta, delgada, piel clara y ojos
azules. La rubio sonrió a Bill, pero nadie se dio cuenta de a quien sonreía.
—Hola,
buenas tardes —habló la rubia con su acento francés—, soy Fleur Weasley…
Todos
los del pasado soltaron exclamaciones y la miraban sorprendidos.
—¿Weasley?
¿Una Weasley rubia? —preguntó un desconcertado Sirius.
—¿Y
francesa? —le siguió James.
Harry,
Ron, Hermione, Ginny, Luna, Neville, los gemelos, Charlie, Percy y Bill
sonreían.
Remus
fue el único en darse cuenta de la situación.
—Seguro
debe ser la esposa de unos de los Weasley —apuntó, y ahora todos lo miraban a
él y luego nuevamente a la rubia.
Fleur
sonrió.
—Acegtaste,
Lupin —le afirmó la rubia—. Soy la esposa de Bill Weasley —miró al pelirrojo
con picardía.
—Bill,
¿en verdad ella es tu esposa? —le preguntó Molly sin dejar de mirar a la rubia.
Al
parecer a Molly no le gustaba nada la idea de que su hijo mayor se haya casado
con la francesita.
—Sí,
mamá, Fleur y yo estamos casados desde hace más de un año —contestó Bill.
—Qué
mala suerte —murmuró Sirius. James y Remus miraron y sonrieron por el
comentario del ojigris.
—Tengo
una cuarta parte Veela —Vaya, murmuraron
los gemelos Prewett—. Estudie en la Academia de Magia Beauxbatons y conocí
a Bill cuando llegue a Hogwarts en 1994, luego pasaron los años y en 1997 me
casé con él —la rubia termino su presentación, con una sonrisa encantadora.
Dumbledore
se paró y sonrió a los visitantes.
—Sean
bienvenidos, por favor tomen asiento —invitó.
Los
chicos se fueron acomodando en las mesas, y como era de esperar, las serpientes
se fueron a la mesa donde estaba Snape y los Malfoy.
—Buenas
tardes, profesor Snape —saludaron los Slytherin, cuando se acercaron a la mesa.
Snape los miró y con un asentimiento de cabeza le devolvió el saludo.
Severus
Snape se sentía respetado, eso pasaba todos los días, por lo general él era un
chico solitario, y siempre paraba a la defensiva por las constantes bromas de los
merodeadores, pero ahora, esos chicos lo miraban y trataban con respeto. Y
aunque no lo reconociera abiertamente, lo hacían sentir bien.
Despertó
de sus ensoñaciones, cuando escucho la voz de su futuro ahijado.
—Padre,
madre, Astoria Greengrass, es mi prometida —comunicó tomando de la mano a la
castaña, que se sonrojó al sentir el contacto de Draco.
Lucius
y Narcisa sonrieron.
—Esta
es una grata sorpresa. Me alegra mucho que una Greengrass vaya a pertenecer a
mi familia —dijo Lucius.
—Bienvenida,
querida —dijo Narcisa, sonriendo a la chica.
—Muchas
gracias, señores Malfoy —contestó Astoria.
Por
otro lado, se encontraba Neville con sus padres, presentándole a Hannah.
—Mamá,
papá, ella Hannah, una buena amiga —la chica le sonrió y Neville se sonrojó.
—Mucho
gusto, Hannah —dijeron los Longbottom a la rubia.
—El
gusto es mío, señores —respondió la chica.
Los
gemelos junto con Lee — a este último, los gemelos ya le habían contado el
porqué de la presencia de Fred— que habían estado atentos a la plática de Neville
con padres. Sonrieron.
—Neville
—lo llamó Lee, y el aludido lo miró.
—Ý a
nosotros no nos presentas a tu novia —terminaron Fred y George reprimiendo unas
carcajadas al ver el rostro sonrojado del chico.
—No es
mi novia, Hannah es mi amiga —aclaró Neville.
—Sí,
como digas —canturreó Lee.
Ahora
no solo era Neville el sonrojado si no también Hannah.
Por
otro parte, Fleur llego junto Bill, al cual besó como si su vida se fuera
acabar en ese mismo instante.
Hermione
los miró, a ella también le hubiera gustado besar a Remus en cuanto lo volvió a
ver, pero sabía que no podía hacerlo. No todavía.
Suspiró
con tristeza.
Remus
estaba atento a Hermione, y cuando la escucho suspirar, pensó que era porque le
había contestado mal. Y cuando iba a volver a disculparse, Seamus y Dean se
acercaron a saludarla.
—Mamá,
papá —dijo Bill—, ella es Fleur mi esposa —la presento más formalmente.
—Mucho
gusto, Fleur —dijo Arthur.
—Igual
—dijo Molly, con amabilidad, pero se notaba en su voz un toque de recelo hacia
la rubia.
—Me
aleggo de volver a veglos —dijo Fleur—. Y no se preocupe, Molly, cuando nos
conocimos tampoco nos llevábamos bien, pego luego todo cambio —sonrió.
Molly
se sonrojó.
—No es
eso —susurró.
—No
impogta —dijo Fleur quitándole importancia al asunto.
Luego
de que todos se saludaran y se presentaran, empezaron a conversar animadamente.
—¿Cómo
es que todos ustedes vinieron? —preguntó con curiosidad Ron.
—Bueno,
todos estábamos preocupados por la desaparición de Hermione, Ginny, Harry, Luna
y tú —contestó Seamus—, y entre Dean, Parvati, Padma, Hannah, Ernie, Susan,
Terry, Justin y Michael fuimos a la oficina de la directora…
—… y
ahí nos encontramos con las serpientes que también estaban preocupados por
Parkinson y Malfoy —continuó Dean.
—Y
cuando íbamos a preguntarle por ustedes —dijo Hannah, señalándolos—,
aparecieron Wood, junto con Angelina, Katie, Alicia, Lee y Fleur.
—Vaya
—murmuró Hermione.
—Oliver,
Katie, y Alicia venían a saludar a la directora, mientras que Angelina venía a
preguntar por George a la directora, porque lo único que sabía era que desde
que él y sus hermanos habían ido a una reunión con McGonagall no habían vuelto.
Y bueno, Fleur estaba desesperada por ver a su esposo, y así se lo hizo saber a
McGonagall —contó Seamus.
—La
entiendo —murmuró Hermione.
Pero
Remus con sus oídos más desarrollados que los demás la escuchó. Y sin saber
porque se sintió extraño.
—¿Y
luego? ¿Cómo convencieron a McGonagall para que los dejara venir al pasado?
—preguntó Harry.
—No
fue tare fácil —contestó Dean.
—Pero
en ese momento las serpientes también se dejaron escuchar, y empezaron a
reclamar la ausencia de dos de sus compañeros —dijo Hannah.
—Y
ayudado con un poco de nuestra insistencia, McGonagall termino cediendo, y nos
contó sobre el viaje que todos habían hecho al pasado, y como ven, fue tanta
nuestra exigencia de viajar también y hora venos aquí —terminó Seamus, con una
sonrisita.
—Ya
que todos nos hemos presentado y ya estamos cómodos, es hora de con la lectura
—dijo Dumbledore.
—¿Qué
lectura? —preguntó Lee.
—¿Es
que ni siquiera sabes porque estás aquí? —preguntó George y el moreno negó con
la cabeza.
—Oh,
amigo mío, estamos aquí para leer siete libros, bueno en realidad seis porque
uno ya lo leímos… —contó Fred.
—¿Quieres
decir que todos estaban acá para leer unos libros? —volvió a preguntar Lee, con
cara de aburrimiento.
—En
realidad no es muy aburrido —dijeron ambos hermanos.
—¿Qué?
—se sorprendió Lee—, ¿desde cuándo le parece interesante la lectura?
—Es
que no es cualquier libro… —empezó Fred.
—…
esos libros evitaran muchas cosas desagradables si lo seguimos al pie de la
letra —continuó George.
—Esos
libros trata de las aventuras de Harry Potter, junto con sus inseparables
amigos —terminaron de hablar al mismo tiempo Fred y George.
—Increíble
—susurró el moreno.
—Sí
increíble —concedió Fred.
—Ahora
nos enteraremos de todo lo que hacían esos tres, sin que nos diéramos cuenta
—apuntó George.
Y los
tres sonrieron encantados.
—Bueno
—dijo el director—, señorita Bell —la rubia lo miró—, le gustaría leer el
siguiente capítulo.
La
chica asintió, y el libro levitó hasta llegar a sus manos.
—“La inscripción en el muro” —leyó
Katie. Y ese título la hizo recordar su tercer curso, y cuando Hermione Granger
y Colin Creevey fueron petrificados.
woow me encanto la llegada de todos, ya estaba esperando la actualización, pero sin duda lo mejor fue el recuerdo de Hermione con Lupin, porfa sigue pronto me encanta este fic.
ResponderEliminarQue genial, casi me los imagino a todos en pleno reclamo, jajaja... pobre McGonagall! Buenísimo también el recuerdo de Hermione, aunque me causó algunas dudas... Remus tenía una relación con Tonks antes de Hermione? Me dio esa impresión =)
ResponderEliminarGracias por actualizar, ojalá continues pronto.
Un beso, AuLingWood.
Ooo que genial, estaba esperando la actualizacion, no habia poder leer antes por que estaba sin internet, me sorprendio que llegaran tantos personajes, falto victor krum jijiji asi remus tendria celos muy bien fundados, me encanto el recuerdo del primer beso de hermione con remus, son tan linda pareja y me encantan los gemelos weasley, ojala puedas actualizar pronto ya quiero saber como sera el proximo capitulo con todos los personajes que llegaron, bueno me despido cuidate y pasalo bien espero poder leer pronto un nuevo capitulo, adios.
ResponderEliminarPorfis actualiza pronto quiero saber quf pasara :)
ResponderEliminarHola!, Lo siento muchísimo, no comente por unos motivos nada agradables. Pero bueno el capitulo me encanto, que lindo momento de Remus Y Herms(me pregunto como lo enamoro xD) , pero si a mi tambien me dio a entender que el tenia una relacion con Nymphadora o al menos intentaba una. Y también como dicen solo falta Viktor Krum hehe. Bueno ahora me despido, y espero que actualices pronto c:
ResponderEliminarMe encanta, casi muero cuando en potterfics la borraron, me alegro mucho que la subieras aqui.
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